El Mercado Central, con sus productos
típicos de la tierra y del mar, donde los tradicionales
vendedores les ofrecen sus mejores frutos. El valle tropical
suministra una excelente variedad de productos naturales como
son el aguacate, la papaya, el mango, los chirimoyos, etc.
En los alrededores del mercado encontrará los puestos de
flores y plantas ornamentales. Junto a ellos los mercadillos
de hierbas y plantas medicinales, utilizados desde tiempos
remotos.
El centro histórico de Almuñécar ofrece al visitante la
fisonomía típica de un pueblo mediterráneo de pescadores, con
sus callejas estrechas y sus rincones bañados por la cal
blanca de las paredes y el verde de las plantas, donde la luz
del sol se difumina entre flores y el visitante no puede sino
maravillarse al pasear entre sus casas, donde visita obligada
es el Castillo de Almuñécar, cuyos inicios se remontan a la
época de los fenicios, habiendo quedado impresas con
posterioridad las huellas de los romanos, los visigodos y los
árabes. La ciudad de Almuñecar ofrece una
curiosa y acertada mezcla de modernidad y tradición. Con una
actividad comercial floreciente, las personas que la visiten
podrán adquirir desde artículos de última tecnología hasta
perderse por sus comercios tradicionales de cerámica andaluza
y manualidades artesanas. |
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